Que se muera, que se muera, que se muera…
Que los gusanos se le coman esos ojos tan hermosos para que así no me mire más, que los gusanos se le coman esa lengua para que no articule más cosas hermosas y no me hable más de filosofía complicada y lugares perfectos que nunca llegaré a conocer, me deslumbra con esas palabras y me provoca saltar a darle amores…
Que se muera, que se muera, que se muera…
Que se le coman los gusanos esa piel tan rica, que huele a bueno, tan llena de vida, y con tantas marcas de vida, que se le coman los gusanos esas piernas tan él, cansadas de caminar por tantos lugares, por tantas otras piernas, pero aún así están deseosas de sentir más y vienen a mi, ¿Por que a mi?, por que no caminas por otros lugares mas seguros de ellos, mas libres de presiones sociales y sicológicas, mas mundanas y menos mojigatas. Anda, camina por otros lares, por otras piernas, por otros amores, por otras partes, deja a este ser miedoso de vivir y sentir amor, ahogarse en sus hipocresías, y si no puedes, si sigues insistiendo, le pido al cielo que te mueras, que te mueras, que te mueras… para no ver más, para no desear más.
Que se muera, que se muera, que se muera… Para yo vivir en paz, libre de pasiones, deseos y visiones que corrompan esta mente buena hecha a punta de Aves Marías y Padres Nuestros.
Carolina Peña
Que se muera para que sea más fácil sentirse fuera de este mundo, en una nube de pensamientos puros que alejan de la corporalidad y la pasión.
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