Del otro lado hay unas manos buscando siempre, palpando y abriendo paso para que lleguen unos labios insaciables, unos labios color rosa que se pierden en la piel, unos labios tan ociosos que han tomando como hobbie contar y besar cada uno de mis poros.
Al otro lado, mi lado, hay una Mirada avergonzada, unos ojos que son incapaces de sostener una conversación con esos otros lindos ojos, los ojos de la otra parte. Intenté preguntarles: ¿Qué sucede? Pero no dieron respuesta, están muertos de susto, petrificados ante todo esto tan desconocido, pero contrario a lo que se podría pensar el Cuerpo de esta parte anda de fiesta, es increíble lo contento que mantiene, lo alejado de la realidad que vive por estos días, hace rato no sufre, sus únicos dolores son unas mariposas juguetonas que a veces muerden su estómago. No tiene ni una pizca del miedo que padecen sus hermanos los ojos. El Cuerpo de este lado parece drogado todo el tiempo y es que según dicen él muy tramposo ha hecho un pacto con sus sentidos, sólo siente cosas bonitas y mantiene en Marte o en algún planeta dónde las preocupaciones se van y los días normales sí existen. Muy similar al comportamiento del cuerpo es el de los Labios, lo único es que hace varios días ya no salen cosas coherentes por ellos, pero miedo de conocer o explorar el otro lado, no, eso no.
Lo escandaloso de todo esto es que según rango y distribución de funciones yo debería controlar y decidir los comportamientos de todo este lado, pero nadie me hace caso, nada mas hay que ver: Unos Ojos en shock, un Cuerpo en fiesta y unos Labios brutos.
Este lado está loco y para evitar inconvenientes declaro que esta fuera de servicio, por estos días no hay lugar para ser muy racional o inteligente, nada esta coordinado, pero la verdad ¿Qué mas da? Estoy por unírmele al cuerpo en su fiesta, con toda esta falta de cordura para qué pensar en consecuencias o problemas.
El mundo se cae, pero para mí se caerá sólo a partir de mañana, hoy no.
Carolina P