sábado, 20 de febrero de 2010

y cuando sea vieja...

¿van a gustarme tanto las noches? no se, tal vez esté cansada y las cobijas me arropen temprano, no habrá luna ni estrellas.

¿café? diabetes y alzheimer y todas esas cosas que padecen los viejos. Caminaré siempre con la mano apoyada en mi cintura, esa por la que pudieron haber pasado tantas otras y que ahora es difícil de distinguir entre el resto del cuerpo.

¿sexo? resignación. Finos cabellos que evidencian aquello de lo que no estoy muy segura y que llaman experiencia, caminando l.e.n.t.a.m.e.n.t.e por mi jardín-no va a ser muy grande pero estoy segura de que si no existiera no habría llegado a los 70- recordando los días en que aún existía esa curiosidad constante por la muerte y la soledad, esas que llegaroan con las grietas y los lunares a mi rostro.

¿la mujer... se habrá ido para entonces? siempre estuvo ausente, caminaba tan rápido...

¿y mi nariz? tengo miedo por ella, ¿olvidará los fósforos y la tierra mojada? usaré perfumes


¿y voy a tener ganas de jugar? shhhhh silencio!!!


¿y el reloj? ¡no va a existir el tiempo! ¿para qué?



Alicia.

2 comentarios:

  1. Me gustó muchísimo y es a la vez cierto.
    Qué pasará? No sabremos hasta que llegue el momento :)

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  2. Espero que no seas vieja... Tu no estás hecha para eso, ¿o tal vez ya pareces serlo?

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