miércoles, 2 de septiembre de 2009

VEJEZ



Triste equivale a viejo:
Inútilmente pasan las horas;
metal sin eco, campana rota,
vaso con fisura
es el cuerpo viejo.
El cansancio del viejo es anticipado:
es desgano
como de líquido espeso en el tubo.

Hay cansancio, y cansancio de viejo:
aquél, hasta cosquillas hace de gusto.
Y hay tristeza y hay mil cosas,
pero sólo hay una vejez,
asquerosa,
lo único asqueroso y lo único infernal.

El aura del viejo es húmeda y fría
como los vientos de noviembre,
que son brujas
arropadas en sudarios
sudados por muchos muertos
colombianos.

Lo más asqueroso que hizo Dios
es Colombia 1943.
¿Comprendéis?
¡Llegar a viejo en Colombia!...
“¿Dónde está el maestro?”
preguntan unos borrachos colombianos
en mi puerta...
El maestro será vuestra p...1 madre,
vuestra p...1 patria y
vuestra p...1 crónica,
alias “historia”.
Un hálito de sudarios sudados
por muchos muertos es Colombia;
muertos ensuciados, hedientes,
presidentes muertos,
y sus hijos y sus madres
que fueron unas trilladoras.

Choferes, de automóviles traídos de U.S.A.
a cambio de todo...
El hijo del Manco es del Sindicato;
es rey de choferes,
y el hijo de Eugenio
es el que manda las escuelas...
Un hálito de sudarios nos enfría.
Y mi vecino Chucho Marulanda
está bebiendo con Arango Tavera
hace días... Ahítos de ganancias,
vinieron a digerir lucros,
y sus almas son frías y húmedas,
y lisas y se sienten en
La Huerta del Alemán.

Lo peor fue que ese López
se paró en la alambrada
de mi Huerta del Alemán,
y enantes vino y entró a casa
“a ver al maestro”...
“Maestro” será vuestra crónica,
alias historia,
¡vuestra p... madre!

Y creí que bebiendo olvidaría
y no sentiría los hálitos.
Beba, beba la bebida
y reciba las escupas,
¡Las babas de las Américas!

El ministro es uno gordo
como un tonel;
contrata las carreteras
y trabaja con la lengua.
Vuestra crónica,
vuestra madre,
¡patria de los “Santos”!...

¡Qué lástima!

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